¿Cuándo someterme a una elevación de la mama?

El paso del tiempo, la pérdida de peso, la lactancia materna, incluso los embarazos pueden provocar el descolgamiento o la flacidez de las mamas.

Para solventar este problema estético, los cirujanos plásticos reparadores y estéticos contamos con un grupo de técnicas  de mastopexia, cirugía que realizamos para elevar las mamas. Nuestra experiencia en este campo nos demuestra que es un tratamiento seguro que, además, contribuye a mejor la autoestima de muchas mujeres. En España, solo en 2014, según datos de la Secpre, 2.452 mujeres se realizaron mastopexia y 3.970, mastopexia más aumento; con lo cual, se hacían alrededor de 6.500 cirugías de este tipo al año.

Se trata de una intervención poco dolorosa que además logra excelentes resultados tanto a nivel físico como emocional si se lleva a cabo por cirujanos plásticos reparadores y estéticos con experiencia. Las candidatas a ella son aquellas personas sana, afectadas emocionalmente por el problema estético de la caída de las mamas que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía. Hay que recordar que la mastopexia no está incluida en la cartera de servicios de la sanidad pública.

En la primera consulta el cirujano evalúa el tamaño y la forma de las mamas, así como el estado de firmeza de la piel, el estado general de salud. Son imprescindibles los estudios mamario de imagen (ecografía y mamografía), que aseguren que no existe ninguna lesión maligna en el momento de la intervención. Es importante exponer antes el especialista las expectativas de la intervención y que el cirujano estético explique los posibles resultados o riesgos de la intervención.

Se lleva a cabo bajo anestesia general. Aunque en algunos casos se puede llevar a cabo con anestesia local y sedación. Este tipo de intervención puede durar entre una a tres horas. Durante la misma el cirujano plástico y estético practica una serie de incisiones parte retirar la piel que se va a quitar y que colocará el pezón y la areola en su nueva posición más elevada. Las suturas se colocan alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo desde la areola y a lo largo del surco de debajo de la mama. En determinados casos,  puede ser necesario colocar una prótesis debajo del tejido mamario o del músculo pectoral en mamas con poco volumen.

Después de la cirugía se coloca un vendaje durante un tiempo corto y se recomienda usar un sujetador especial durante un mes.

Las pacientes pueden volver a su vida normal a los pocos días. Al poco tiempo, tendrá que volver a visitar a su especialista cuando él lo indique para la retirada de los puntos. Es importante seguir las indicaciones de su médico.

La mastopexia deja cicatrices que pueden esconderse tras el sujetador. Hay que recordar que es una técnica segura pero no deja de ser una intervención, por lo que debe llevarse a cabo por equipos experimentados. Y lo más importante, consultar siempre con el especialista y hablar de posibles efectos adversos,  como es el caso de la pérdida parcial o total de la sensibilidad del pezón o cicatrices de baja calidad estética, que aunque poco frecuentes, pueden condicionar el resultado final.

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